Construcción Original. Xalet de Golferichs


Xalet de Golferichs



Como uno de los más grandes y desconocidos ejemplos del modernismo catalán que tan marcada personalidad otorga a la ciudad de Barcelona,  la Casa Golferichs, se sitúa, esquina con Viladomat, en el número 491 de la Gran Vía de la ciudad Condal, eje dominante y conexión principal entre algunos de los puntos importantes de la ciudad: la Plaza España, la Plaza Universidad, Plaza de las Glorias… uniendo el centro de Barcelona con el resto de la ciudad.



Quizás porque se encuentra en esta calle y no en Passeig de Gràcia, donde más fama han adquirido las casas y edificios que allí se ubican, no ha contado con el reconocimiento y publicidad que a aquellas se les otorga. Aún así, la Casa Golferichs permanece inamovible desde hace más de 100 años, resistiendo al paso del tiempo y los acontecimientos que afortunada o desafortunadamente ha protagonizado durante este último siglo la ciudad de Barcelona.

La casa Golferichs fue construida en 1901 por el arquitecto Joan Rubió i Bellver. Como muchas de las casas modernistas de la época, la casa fue encargo de un pudiente hombre, Macari Golferichs, un comerciante de madera exótica, que decidió unirse al resto de la alta sociedad barcelonesa construyendo una casa modernista en una de las principales vías de la ciudad.

Popularmente conocida por algunos artistas como “el Xalet de Gran Vía”, bien podría identificarse como un verdadero castillo de cuento de hadas a escala reducida. Y es que los volúmenes y los elementos neomedievales, así como las aperturas neogóticas, hacen que a primera vista la casa Golferichs se asemeje a un misterioso castillo de tiempos ancestrales. De todas formas, así era el encargo del señor Golferichs, deseaba construir algo único y diferente para sorprender a la sociedad catalana de la época.



Pero la casa Golferichs tuvo que resistir a varios acontecimientos que pusieron en peligro su supervivencia. Durante la Guerra Civil, por ejemplo, con la resistencia del frente republicano de Barcelona, la casa Golferichs fue objeto de un proyecto para su transformación en una Universidad Popular, que aunque finalmente no se llevó a cabo, no libró la edificación del cambio. Finalmente, con la victoria nacional,  fue transformada en una escuela religiosa que amenazaba su integridad y diseño,  aunque finalmente se respetaron su fachada e interior por completo. Más tarde, en cambio, estuvo a punto de ser víctima de un proyecto para su demolición y transformación  en bloques de pisos y un complejo comercial, idea a la que se opuso la Asociación de Vecinos del barrio, entidad que finalmente consiguió que el derribo no se produjera. Actualmente, la casa Golferichs acoge un Centro Cultural y Cívico, quedando muy lejos su utilización como casa particular.