Reivindicación :
Este
edificio no escapó de la voluntad especulativa desbocada de muchos propietarios
del Eixample y de la fiebre de la construcción de pisos que vive Barcelona durante
los años sesenta y setenta. Así, en 1972, le congregación religiosa de las
Hermanas Dominicas, propietaria del inmueble tomó la decisión de vender todo el
edificio a uno de los promotores inmobiliarios más pujantes de la época: Núñez
y Navarro. Esta decisión fue tomada después de no aceptar la propuesta de un
grupo de padres de la escuela que querían la continuidad del centro escolar.
Inmediatamente el nuevo propietario inició la destrucción de las partes
interiores, pese a no tener el permiso de nueva construcción.
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La larga y dura lucha de los vecinos con la inestimable ayuda del Colegio de Arquitectos para conseguir materializar la adquisición de la Casa Golferichs es uno de los éxitos más representativos de la lucha vecinal de Barcelona y ocupa un lugar destacado en el alma del barrio de l’Eixample. «Fue una victoria ciudadana contra la especulación, personificada en Núñez y Navarro, y en favor de los equipamientos y del patrimonio histórico».
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